Retazos de Historia: El día que rescaté un F1 yo solo.

[wxat]

Como sabéis, en mis años mozos fuí comisario de pista (siempre le habíamos llamado ser "control" pese a que alguna vez alguien pensara que significaba que cortaba las entradas en la puerta). Empecé en Montjuïc, en las 24 Horas (mi primer "curro" fue con 9 años, cobrando la gasolina) y allí estuve hasta la última edición. También estuve varios años en el GP de España de motocross 250cc en el circuito de la Mancomunitat Sabadell-Terrassa, en el Vallés, he ejercido en una carrera de Pop-Cross (un invento de Citroën para hacer correr sus 2CV sobre pistas de tierra), incluso en el Supercross del Velòdrom d'Horta en el que se lesionó Heinz Kinigardner y, volviendo al asfalto, en carreras varias (6H, Campenato de España, Superprestigio) en Calafat. Pero todo llegó a otro nivel (de cantidad y de calidad) con la llegada del Circuit de Catalunya. Allí estuve desde el día -1 (estaba el día en que se decidía donde instalar los diferentes puntos de señalización y garitas de control) hasta el año 1999 en que lo dejé. Hablo de otro nivel de cantidad porque llegó a ocuparme más de 30 fines de semana en un año y de calidad, evidentemente, porque volvieron a Barcelona los GGPP de F1 y de Motociclismo. Y precisamente de F1 es de lo que voy a hablar.

Los controles (comisarios) somos, por reglamento, totalmente amateurs (los únicos profesionales son los que emplean los circuitos entre semana, o sea, cuando se alquila el circuito o se hacen tandas), solo se recibe una compensación en forma de dieta por desplazamiento y alimentación (al principio nos llevaban bolsas de comida pero siempre había quejas: que si bocatas con mantequilla no, que si tomate de bote tampoco, que si los batidos de cacao dan diarréa, etc así que se sustituyó por un aumento en las dietas) por lo que cuando un carrera requiere comisarios los viernes, ese día suele faltar gente. Y así ocurrió en esa jornada de 1996 (31 de mayo, creo). Eran los entrenos libres del viernes del GP de F1 y en mi puesto de control, donde debía haber 8/9 personas, solo eramos tres y además, uno tuvo que marcharse pronto. Por si fuera poco, habían modificado el circuito haciendo los dos trazados cortos, por lo que habían cambiado de sitio nuestra garita y, en lugar de estar en el exterior de la curva, estaba en el interior, y en la garita estaba el equipo de radio para conectar con jefatura de controles, así que había que dividir al personal. Total, que quedamos dos personas en un puesto de control, una en un lado de la pista y otra (yo) al otro lado, dentro de la garita y con uniforme de encargado de la radio (al principio, los comisarios de pista vestíamos uniforme amarillo y los de boxes color celeste, como el amarillo se confundía con las banderas se cambió el color a naranja y el amarillo quedó para los de boxes y para el encargado de la radio de cada puesto).

Así que estamos en el último libre del viernes y el Marlboro McLaren-Mercedes de David Coulthard decide sufrir problemas eléctricos y detenerse justo ahí, en el lado de la pista en que no había nadie disponible (aparte de dos bomberos muy majos y solícitos). ¿Cuál sería el procedimiento habitual? Que desde el puesto de control anterior se preseñalizara, que uno de los nuestros subiera hasta ubicarse antes del coche y señalizara mientras otros dos empujaban el coche hasta donde menos molestara y esperaran a la pluma (la grua) para que lo izara y lo cargara o que lo sacaran empujando por la escapatoria más cercana. Pero resulta que allí solo estaba yo... Así que informo por radio de que el coche se ha parado ahí (afortunadamente se arrimó mucho al muro y por el interior de la curva, dejó el coche en un sitio nada peligroso) y bajo de un salto a preguntarle al piloto si está bien (te mira con cara rara y te dice que sí, que el problema es el coche, y tu no le explicas que tienes que preguntarle igualmente, que no es que seas idiota del todo, pero no se lo cuentas porque tu inglés es limitado y porque tampoco hay tiempo).

Acto seguido, vuelta a la garita a colgarme de la radio e informar: piloto bien, se va en foto-bus (unas furgonetas/microbuses que dan vueltas alrededor de la pista por el vial de servicio transportando fotógrafos o a quien haga falta), coche en zona no peligrosa, necesitamos grua y... tío, que estoy yo solo, que a ver si del control anterior pueden, además de preseñalizar, mandar alguien un poco más abajo que señalice. En jefatura de controles o, más bien, en "base", quien está en la radio es un amigo que conocí precisamente en Montmeló, fue mi primer jefe de control allí y luego llegó a presidente de la Federació Catalana d'Automobilisme, Josep Mª. Carrió. Era un as tranquilizando a la gente, llamabas tenso, nervioso, para dar la máxima información en el menor tiempo posible y su respuesta, su tono, siempre te sosegaba (generalmente, si quieres hablar mucho y rápido acabas consiguiendo que no se te entienda) y lograba que te hicieras entender. Pero ese día, incluso él se puso algo nervioso...

Voy a mezclar lo que yo sabía que estaba pasando con lo que me contó luego que estaba pasando para intentar que se entienda bien. La respuesta de "base" a mi mensaje fue:

-Están aquí (en la sala de cámaras) Balestre (presidente -delegado- de la FIA, ¿qué demonios hacía ahí?) y Carlos Bertrand (director de carrera) y dicen que si podéis mover el coche unos metros adelante y sacarlo por la escapatoria.

En el muro, un poco más abajo de la garita, había una escapatoria, una abertura en el muro con un caminito de asfalto hasta la pista, hecho con la buena intención de que se utilizara precisamente en estos casos, pero, amén de que yo solo no podía empujar el coche, algún iluminado había decidido poner en el muro trasero una hilera de neumáticos de protección de forma tan inteligente que estrechaban la abertura. Así que le dije:

-Negativo, el coche por ahí no cabe... y tío, que estoy solo.

Josep Mª me dice que vale pero los "jerifaltes" no están muy satisfechos e insisten en la escapatoria, en que se saque por ahí el coche, que lo empujen, etc etc, así que, como me contó luego, para dar la sensación de que se están haciendo cosas cuando en realidad no se hacía nada más que esperar a la grua, según sus propias palabras "me puse a dar órdenes por radio, a gente que no existía... sin apretar el botón de transmitir". La idea era que en ese impasse, los jefazos pensaran que se estaba haciendo algo, las órdenes a voz en grito daban esa sensación... pese a que por las cámaras pudiera verse que en realidad no pasaba nada...

A todo ésto, llegaba la grua (muy rápido, eso sí), se lo hago saber a "base" y le digo que me llevo la radio portátil de emergencia para comunicarme con él mientras estoy fuera de la garita, la probamos... ¡y no me oye con élla! En esta situación, como tenía que salir sí o sí y comunicarme sí o sí, recurro de nuevo al puesto de control anterior, con el que sí tengo contacto con la radio portátil, para que nos haga de puente si lo necesito mientras estoy fuera. Bajo, corro a por una eslinga (o braga), corro hacia el coche, salto el muro, le paso la eslinga por los agujeros de la toma de aire, la engancho en el garfio de la grua, me siento en el morro del McLaren y me dispongo a elevarme por los aires intentando, con el cuerpo, equilibrar lo más posible el coche para evitar posibles derrames de líquidos.

Y ¡qué diablos! De donde no había nadie, aparecen dos foto-buses cargados de fotógrafos que, cuando el coche y yo estamos por el aire, nos ametrallan sin piedad. Más de una docena que juraría que no estaban cuando salté el muro pero que quince segundos después, habían llegado... Procuro (sin esfuerzo, la verdad es que no impresiona, en Monaco supongo que sí impresiona, hasta el punto de que no se sube nadie al coche, pero es que allí los levantan más de diez metros) poner cara de normalidad, incluso un punto de sonrisa mientras pienso que un día disfrutaré con una de esas fotos (casi 20 años después, aún no la he encontrado, y un último cartucho que mandé por twitter pidiendo RT's por si alguien sabía de una foto con esas características tuvo un éxito nulo, ni siquiera un RT). A todo ésto, el coche se acerca a la plataforma de la grua pero... ¡en perpendicular! Así que recurro al par de bomberos que se habían ofrecido amablemente para ayudarme y les pido que orienten el coche para que pueda asentarse en la grua, algo a lo que acceden con gusto (supongo que a un bombero también le gustará tocar un F1 de verdad).

Mientras, por radio iba comunicando: coche enganchado, coche elevado, coche posado y, finalmente, vuelvo a la garita mientras se va la grua, agradezco la ayuda al control anterior por las banderas y por hacer de puente con la radio, comunico que doy por terminado el incidente y apunto los cuatro datos que necesitaré para rellenar el parte de incidente.

Pero, como no puede ser de otra forma, no acabó aquí la cosa. Finalizado el entreno, cuando espero al coche para entregar el parte, llegan "los jerifaltes" (Balestre, Bertrand y algún otro, tal vez ya andaba por ahí, aunque sin galones, Charlie Whiting) para ver la escapatoria. Me dicen que el coche cabe y yo les digo que no. Personalmente, miden la anchura con pasos varias veces, Balestre pone cara de mal humor y dice no sé qué a gritos, pero levantan la barrera y la echan en el canalón de desague que hay tras el vial de servicio. Nunca más se pusieron neumáticos allí y más de un F1 se sacó por allí, el primero ese mismo domingo...

Me sentí bastante satisfecho de como resultó el incidente. Que un solo comisario haga el rescate de un F1 no solo no es algo normal, sino que si me hubieran contado antes del hecho que podría hacerse, seguramente no lo hubiera creido, pero la verdad es que pasó y que, una vez hecho, no parece tan difícil ni siquiera con las pegas de radio. ¿Mi satisfacción más íntima? No fue solucionar el incidente (era lo que tenía que hacer), sino los segundos que pasé en el aire sobre el morro de un F1, porque... ¿cuánta gente en el Mundo puede decir que lo ha hecho?

Una vez en casa, le conté a mi hermano (también comisario, que no había podido ir por culpa del trabajo) el incidente y, pese a que no me lo dijo entonces, no se lo creía del todo. Pero cuando llegamos la mañana siguiente al Circuit, como casi siempre de los primeros, nos encontramos a Josep Mº que venía charlando con otro comisario y al verme, le dijo en voz bien alta: "Ése, ése es el que sacó ayer el coche él solo". Ahí se acabó de convencer mi hermano y, evidentemente hubo que explicar el incidente al "corrillo" que se fue montando (ahí es cuando me entero no solo de que había estado dando instrucciones "a gente que no existía", sino que en voz baja le había estado diciendo a Bertrand: "es que está solo, es que está solo..." y de que no me oía por la emisora portátil... porque había bajado el volúmen y, ni se acordaba, ni cayó en la cuenta).

Esta es la historia de como, un solo comisario, rescató un F1. Creo que 20 años después ya puede contarse y espero que os haya entretenido un rato.

Saludos.

[Malasombra_bros]

Muy buena anecdota. Suponemos que habrás estado tentado de contarla muchas veces....

[wxat]

La verdad es que la había contado en petit-comité, cara a cara y sin extenderme en detalles. Cada vez que se acerca la carrera de Montmeló acude a mi mente el incidente pero monopolizado por las ganas/ansias/deseos de tener LA FOTO (al año siguiente o al otro hubo una circunstancia parecida con el Ferrari de Schumi y salió foto, pero yo no iba encima, solo estaba ahí -el porqué no subí es otra historia, pero no da para mucho-) y este año probé a hacer un llamamiento en twitter aprovechando que me siguen algunos "cuelga-fotos" extranjeros interesantes, pero no conseguí ni un triste RT que hiciera rular la petición, así que...

Pero sigo a Albert Fábrega, que es comentarista de la F1 para TV3, que sabe un porrón de técnica, que ha currado en HRT, Epsilon y SuperAguri (entre otros) y cuando tiene tiempo, escribe cosas en un blog (muy recomendable). Leí su entrada más reciente sobre el incendio en el box de Williams y me picó el gusanillo de contar esta pequeña historia que me alegra os haya gustado.

Saludos.

[Kaiser7K]

Genial!!!! y efectivamente, no mucha gente puede decir que se ha montado en el morro de un F1... y encima por trabajo!

[Alone]

jajaja, qué grande! Muy buena anécdota.